Internacional

FMI identifica las fortalezas y debilidades de Chile ante el cambio en el panorama global

Organismo destaca el mayor margen de maniobra en materia de política para hacer frente a un escenario internacional adverso.

Por: Por Renato García Jiménez
 | Publicado: Sábado 5 de abril de 2014 a las 05:00 hrs.
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Las economías emergentes están fuertemente expuestas a factores externos, que explican cerca de 50% de la variancia en sus tasas de crecimiento, según cálculos del Fondo Monetario Internacional. El dato cobra mayor relevancia, considerando que la economía mundial está entrando en una nueva fase, con un drástico cambio en las condiciones.

Las tasas de interés en mínimos históricos de las economías desarrolladas, que en los últimos años provocaron un shock positivo de demanda interna en los emergentes, han comenzado a subir, lo que tendrá un impacto negativo en estas economías. Los emergentes también se verán presionados por la caída en los precios de los commodities, a medida que el crecimiento de China se desacelera.

Por otra parte, el alza en las tasas de interés es una respuesta al mayor dinamismo de las potencias global, lo que elevará la demanda externa para las naciones en desarrollo y debería servir como un soporte para su crecimiento. La subida del dólar frente a las monedas locales, además, también dará mayor respaldo a sus industrias exportadoras.

¿Cuáles de estos factores pesarán más en las perspectivas para las economías emergentes, los positivos o los negativos? Eso es lo que se interroga el FMI en uno de los capítulos analíticos de su reporte World Economic Outlook, que se liberaron ayer. La respuesta del organismo es optimista: el impulso que inyectarán a las economías emergentes el repunte de las naciones desarrolladas debería más que compensar el freno que significarán los mayores costos de financiamiento, por lo que el crecimiento en estos mercados "se mantendrá sólido", señala el organismo.

Prolongada desaceleración en China
Sin embargo, ese es sólo un diagnóstico general para todos los emergentes, porque el balance entre factores positivos y negativos dependerá de las características propias de cada país.

Por ejemplo, las economías emergentes que más se beneficiarán de un repunte en el mundo desarrollado son las que comercian más con estas regiones, mientras que los países que son más abiertos e integrados desde el punto de vista financiero, se beneficiarán menos. Estos últimos, a su vez, son más vulnerables ante un shock financiero adverso a nivel externo.
Las perspectivas para el crecimiento futuro de China, también tendrán una incidencia. Pero aquí el FMI hace una seria advertencia. Los factores internos están adquiriendo un peso relativo cada vez mayor en la salud de las economías emergentes. Lamentablemente, desde 2012 esa incidencia se ha vuelto negativa, incluyendo a China. Y en este país, el Fondo detecta que "los persistentes efectos negativos de los factores internos está afectando su crecimiento tendencial y la ralentización de China podría prolongarse por algún tiempo".

Luces y sombras en Chile
Desde esa perspectiva, el panorama para Chile no es muy alentador. Según los cálculos de Fondo, Chile es una economía relativamente abierta al comercio (exportaciones más importaciones como porcentaje del PIB), aunque no tiene un gran intercambio con los mercados desarrollados. Esto implica que se verá menos beneficiado por el cambio en el panorama global. Sin embargo, hay que destacar que en el pasado los exportadores locales han demostrado gran flexibilidad para reorientar sus envíos, según los cambios en las condiciones internacionales.

El factor más negativo en el caso del país es su elevada apertura en materia financiera, donde ocupa el primer nivel de la muestra. Según el FMI, estos serán los países que se beneficiarán menos de un repunte de EEUU y que sufrirán más por las alzas de tasas en los mercados internacionales.

El organismo reconoce, sin embargo, que esto se compensa en parte por el hecho de que Chile "no es tan vulnerable a la volatilidad de los flujos de capital" que se ha desatado a medida que la Reserva Federal da señales de que comenzará a subir las tasas de interés hacia fines del próximo año.

Por otra parte, el país también está entre los más concentrados en materia de commodities. Sólo cuatro economías en la muestra tienen una fuerte concentración en commodities, con exportaciones netas de materias primas superiores a 10% del PIB en promedio entre 2000 y 2010. Y Chile figura en este grupo junto con Argentina, Venezuela y Rusia.

Pero más allá de estas variables, hay otros factores que juegan a favor de Chile, como su mayor margen de políticas para afrontar el nuevo escenario externo. "Chile y Malasia están entre las pocas economías que han tendido a mantener estables o incluso a bajar su tasas de interés ante las alzas de tasas externas", reconoce el informe del FMI.

Considerando todo lo anterior, el impacto positivo de un repunte en el crecimiento de EEUU para Chile inmediatamente después del shock es casi nulo, mientras que a nivel acumulado, a un horizonte de dos años está cerca del promedio de la muestra de dos puntos porcentuales, la mitad de los cuatro puntos que representa para países como, por ejemplo, México.

Por otro lado, el impacto negativo para Chile de una contracción del crédito internacional es más bien modesto, restando alrededor de un cuarto de punto al PIB en un primer momento, y cerca de un punto al segundo año. Esto se compara con los cerca de cinco puntos que dejaría de crecer Argentina, por ejemplo, al segundo año.

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